Bestias urbanas
caminan en paralelo
mientras la cascada en su espalda
se evapora hacia otra
dimensión.
Sus rostros, manzanas.
Sus cabellos, coronas de espinas.
Pisadas múltiples con sonido de timbal.
45 grados a la sombra
y sus piernas parecen
la carroza de Cenicienta
tirada por ardillas.
El miedo de encontrarlo
la paraliza
como leona en caza.
Cierra los ojos y vislumbra el invierno.